El Valle del Encanto es
un sitio de gran importancia arqueológica, que se encuentra ubicado en una
quebrada a 5 Kms. de la carretera Ovalle-Socos (Ruta 45) y
a 19 Kms. de la ciudad de Ovalle. En esta quebrada se encuentran
diseminadas un sinnúmero de rocas con petroglifos, pictografías y piedras
tacitas que pertenecen a una cultura indígena de más de 2.000 años de
antigüedad en un área aproximada de 3 hectáreas.
Este monumento histórico se
descubrió arqueológicamente en el año 1946 y fue declarado monumento
histórico nacional por DS 158 del 5 de febrero
de 1973.
Origen e importancia
Su nombre lo recibió al conocerse una antigua
tradición de leyendas en torno al lugar, que estaría encantado.
Observarlo, visitarlo, nos hace retroceder en el
tiempo y participar en las ofrendas que los primitivos habitantes de la zona
realizaban a sus dioses.
Era un lugar donde concurrían cazadores y
pastores, aprovechando las excelentes condiciones que posee, principalmente la
existencia de agua permanente en su lecho, incluso en años secos.
Las excavaciones en el Valle del Encanto han
permitido determinar que fue habitado desde hace casi 4.000 años por grupos
de cazadores y recolectores de cierta tradición costera quienes a comienzo de
nuestra Era dieron paso a nuevas oleadas de individuos, hábiles ceramistas,
recolectores con uso creciente de técnicas agrícolas, ganaderos, semi aldeanos
que habitaron el lugar hasta el siglo VII d.C. aproximadamente (Complejo
Cultural El Molle).
En el curso de esta pequeña quebrada se encuentra
un gran número de petroglifos y pictografías. Asociadas a estas manifestaciones
de Arte Rupestre, se ubicó un lugar habitacional, algunas sepulturas y una gran
cantidad de piedras tacitas o morteros.
Petroglifos
Se encuentran en la superficie de las grandes
rocas y son dibujos de caras con adorno y penachos sobre la cabeza, que
sugieren adornos de tocados o tiaras. Pueden ser ovoides o semicirculares, con decoraciones
geométricas en su interior. El principal elemento decorativo es la figura
humana que se encuentra generalmente en actitud de movimiento. Los rasgos
faciales se advierten señalados con círculos y líneas para los ojos, narices y
cejas; la boca no se dibuja. Este conjunto de elementos singulares asociados
entre sí ha permitido a los arqueólogos formular un estilo de arte rupestre, el
«Estilo Limarí».
La técnica utilizada en la decoración de la
piedra corresponde al grabado profundo y al picado, y están íntimamente
relacionados a la calidad de la roca. Estas primitivas culturas empleaban una
herramienta en forma de cuña con punta roma para grabar.
Pictografías
Las pictografías son de color rojo y se
encuentran en escaso número. Presentan una temática geométrica de líneas
onduladas o quebradas, desvinculadas de las típicas figuras antropomorfas que
se observan en los Petroglifos.
Piedras tacitas o morteros
En el Monumento Histórico Valle del
Encanto, donde se observa una vegetación particular compuesta de arbustos
pequeños, cactus y algunos árboles de escasos ramajes, se encuentran las
Piedras Tacitas o Morteros. Existen en gran variedad y abundancia; se presentan
en tres tipos: Cupuliforme, Elipsoides y Cuadrangulares. Tienen un diámetro que
varía entre 10 y 15centímetros y la profundidad de la excavación
oscila entre 4 y 8 cms.
Por su ubicación se cree que son contemporáneas a
los petroglifos y pictografías; se utilizaron durante la ocupación del Complejo
Cultural EL MOLLE.
Investigaciones
Científicos chilenos han trabajado arduamente en
la tarea de clasificar a qué cultura pertenecen estas manifestaciones
rupestres, llegando a la conclusión que los PETROGLIFOS, aunque presentan una
diversidad en estilos y técnicas, parecen corresponder al Complejo Cultural El
Molle (siglo II-VII de nuestra Era).
Las PICTOGRAFíAS pueden ser manifestaciones más
antiguas dentro del contexto, sin embargo, también ubicables dentro del
Complejo Cultural EL MOLLE.
Respecto de los estilos representados, los
expertos señalan que están estrechamente vinculados a la actividad mágico
religiosa, no sólo se refieren a la expresión ritual de un grupo humano, sino
que, asimismo, a la ayuda sobrenatural en las actividades económicas
representadas a través del arte rupestre, expresadas en la caza
y pastoreo.
En medio de una zona tan desértica como el valle del encanto, hay zonas en las que se pueden ver incluso sauces llorones, que necesitan muchísima agua para crecer, gracias a las balsas de agua subterráneas que pueblan todo Chile
petroglifos
tacitas (se cree que estaban esculpidas perfectamente por los habitantes primitivos del valle)
Roca del pez
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